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El desarrollo de los juicios a genocidas también se vio afectado por la pandemia, dado que casi todos los debates son orales y públicos. Luego de varias semanas sin audiencias, a pedido de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad y de algunas querellas y organismos de derechos humanos, se tomaron acciones preventivas para reanudarlas, acordes a las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia, en consonancia con las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo. 

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el  Poder Judicial mantiene una feria judicial extraordinaria, que implica reducir la actividad, pero no paralizarla en su totalidad. Así, para la realización remota de las audiencias en las que se juzga a los responsables de delitos de lesa humanidad, los distintos tribunales requirieron un informe de los recursos tecnológicos para permitir que todas las partes que intervienen puedan acceder al sonido e imagen, hasta configurar una sala virtual de audiencias. 

Si bien cada situación es distinta, en términos generales la sala virtual se constituye a través del uso de alguna aplicación que permite el acceso de las partes: acusados, defensas, fiscalía, tribunal y querellas. En algunos casos también se abre una segunda sala para la prensa, con acreditación previa. Hay audiencias que son de transmisión abierta a través de plataformas virtuales o redes sociales, y otras que se restringen a las partes, manteniendo criterios vigentes para los juicios en modo presencial, como la limitación de la difusión de audiencias testimoniales. 

En el caso de los acusados, antes de la pandemia ya había experiencias previas de conexión mediante videoconferencia desde sus lugares de detención, porque los jueces y juezas habían resuelto que no concurran a la sede física del juicio. Para quienes dan testimonio, la videoconferencia era utilizada, por ejemplo, con testigos que viven fuera del país. Ahora se incorporó el mismo sistema para quienes deben declarar, pero hay casos en que los y las testimoniantes prefieren esperar para poder hacerlo de modo presencial. Más de 40 años de lucha por justicia tienen distinto impacto en quienes son familiares y/o sobrevivientes. 

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio se realizaron tres audiencias remotas para dictar sentencia: en Mar del Plata, Rosario y Paraná. Además, se reanudaron audiencias en Mendoza por la Megacausa, en Olivos por la causa Di Nápoli, en Mar del Plata por las causas La Cueva 3 y CNU 2, en San Martín por la Megacausa Campo de Mayo y la causa Contraofensiva, en San Nicolás por la causa Saint Amant 3 y en Tucumán por la Megacausa 14. Mientras tanto, se espera que suceda lo mismo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la Megacausa ESMA 4 y las causas Orletti 5 y Vesubio 3 (la causa Triple A se tramita por escrito y sin audiencias públicas), en San Juan por la Megacausa 3 y en La Plata por la causa Brigada de San Justo. En Bahía Blanca se anunció que se retomarán las audiencias por la causa Triple A, pero todavía no se fijó fecha. En el caso particular de Jujuy la situación por la  Megacausa es diferente, porque el juicio tiene pendientes inspecciones oculares. 

Otra situación dentro del impacto de la pandemia sobre las causas es el pedido de condenados y detenidos con prisión preventiva para obtener el beneficio del arresto domiciliario o excarcelación.  La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad informó que fueron presentadas más de 180 solicitudes, algunas correspondientes a una misma persona en distintas causas. Más de 30 fueron otorgadas, a pesar de no haber casos sospechosos de COVID 19 en los lugares de detención. Esto generó el repudio de sobrevivientes y organismos de derechos humanos. 

Ante un momento particular en el que las políticas de Estado buscan preservar el derecho a la salud, la realización de las audiencias de estos juicios pretende lograr un equilibrio entre el cuidado de las personas involucradas, la garantía de derechos procesales de los acusados y la necesidad de justicia de las víctimas, sobrevivientes, familiares y de toda la sociedad.