Este proyecto audiovisual propone un recorrido por los sitios de memoria de todo el país, lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, tortura y exterminio o donde sucedieron hechos emblemáticos vinculados al terrorismo de Estado.
Los sitios de memoria son la representación visible de un pasado que no pasa. Rejas, paredes agrietadas, baldosas marcadas, inscripciones, puertas y ventanas que distinguen el adentro del afuera, lo clandestino de lo legal. En el campo, en la ciudad, en manzanas alejadas o en barrios llenos de vecinos, están allí, disponibles, para evocar un pasado de secuestros, torturas, desaparición, pero también, de luchas políticas, sindicales, sociales y culturales.
Cada sitio tiene su propia historia, su particularidad. Su funcionamiento está asociado al lugar geográfico pero también al armado represivo que implementó y desplego la dictadura cívico-militar en todo el territorio nacional.
Recuperados por la lucha de los organismos de derechos humanos, por decisión del Estado y por el esfuerzo de grupos militantes, son lugares públicos que hoy están destinados de manera permanente a la trasmisión de la memoria, la educación y la promoción y defensa de los derechos humanos.
Más de 40 años después, los territorios del horror son hoy territorios de memoria.