El comunicador e investigador Francisco Godinez Galay es el autor del documental sonoro “Cecilia. La desaparecida que llama”, un podcast en cinco episodios que recorre la historia de Cecilia Viñas, quien fue secuestrada por la dictadura militar en 1977 junto a su marido, y estaba embarazada. Y aunque continúa desaparecida, seis años después de su secuestro seguía viva. Esto se sabe porque la dejaron hacer varias llamadas telefónicas a su familia entre 1983 y 1984.

A partir de un documento de audio en el que aparece el sonido de la llamada de Cecilia a su familia, Francisco Godinez Galay decide comenzar con esta investigación que narra el caso de Cecilia Viñas, detenida desaparecida de la ESMA de una manera muy singular ya que además de tener el audio de las llamadas tiene mil ribetes que la hacen una historia única. “Este caso expone muchas cosas que van más allá de la historia particular: expone la maldad, la saña de la dictadura, pero también la angustia de la espera, la esperanza por la recuperación, el anhelo de justicia, y algunas cuestiones concretas como que aunque la democracia ya había retornado, los militares mantenían personas cautivas, porque la llamada fue hecha en democracia y Cecilia seguía secuestrada», explica Francisco.

 

Lo particular de este trabajo es que si bien es una historia que puede contarse de muchas maneras hacerla para el oído permite destacar la calidez y el nerviosismo de las voces, el peso de los silencios, la tensión de una sala de juicios, las reverberaciones del agujero de la ESMA donde Cecilia tuvo a su bebé.

¿Dónde la tenían? ¿Por qué la dejaron llamar? ¿Qué pasó con ella? ¿Y con su hijo? son algunos de los interrogantes que transcurren en este documental sonoro que busca “mantener encendida la memoria, para honrar la vida de las víctimas y seguir luchando en tiempos de discursos negacionistas y reivindicativos del terrorismo de Estado”, explica Francisco Godinez

En esta entrevista, Francisco cuenta qué fue lo que motivó para realizar este proyecto, cómo fue el proceso de recolección de datos y la importancia de narrar estas historias en estos nuevos formatos.

 

1-¿Cómo surgió la idea de realizar este podcast? 

La principal motivación fue el sonido de la llamada de Cecilia. Haberme encontrado con ese documento en audio abrió una necesidad de contar la historia desde la perspectiva de lo sonoro, mundo al que me dedico y que me interesa especialmente por su capacidad de interpelar desde otro lugar. No me acuerdo exactamente cómo supe de esta historia y cómo me topé con el sonido de la llamada que la familia logró grabar, pero me pareció un sonido conmovedor, movilizante, que cuenta mucho, más allá del texto que transporta. La forma en que suenan esas voces son muy significativas. Y cuando aparece un documento sonoro de esa envergadura, cuesta no pensar que debe contarse con sonidos. Ese es el disparador que motiva la realización de un documental sonoro con esta historia. Por otra parte, los temas relacionados con la dictadura y los derechos humanos vienen siendo de mi interés desde siempre.

2-¿Por qué narrar la historia de Cecilia Viñas, detenida desaparecida de la ESMA?

Me parece que hay muchas historias allí que aún deben ser contadas porque es necesario ejercitar la memoria. También porque cada vez que se revisita una de esas historias, la historia es diferente porque su lectura sobre ella está atravesada por el momento en que se accede a ella. Si bien empecé a realizar esta serie hace unos años, la había abandonado, y la cercanía con los 40 años de democracia, me motivó a terminarla. Por otro lado, la historia puntual de Cecilia es muy particular. Es una historia increíble. Por supuesto que muy cruel, como muchas historias de desapariciones. Pero esta historia, además de tener las llamadas, de tener una grabación, tiene mil ribetes que la hacen única. Expone muchas cosas que van más allá de la historia particular: expone la maldad, la saña de la dictadura, pero también la angustia de la espera, la esperanza por la recuperación, el anhelo de justicia, y algunas cuestiones concretas como que aunque la democracia ya había retornado, los militares mantenían personas cautivas, porque la llamada fue hecha en democracia y Cecilia seguía secuestrada. También expone un modus operandi y el drama de la apropiación de bebés en una historia puntual, porque Cecilia estaba embarazada cuando se la llevaron. Expone también preguntas que aún hoy siguen latiendo como por ejemplo por qué la dejaron llamar, qué buscaban, dónde la tenían y cómo se reconstruyen las vidas y la institucionalidad después de la tragedia.

3-¿Cómo fue el proceso de recolección de datos e información para la elaboración de este proyecto?

El disparador es la llamada grabada. A partir de ahí, una búsqueda de información en notas de prensa y otros sitios me llevó a averiguar algunas cosas sobre dos juicios en los que el caso aparece. Entonces me contacté con Alan Iud, el abogado de Abuelas que llevó su caso, que era ex compañero de trabajo mío, y ahí como bola de nieve empieza la cadena de contactos y lleva a la entrevista central a Carlos, el hermano de Cecilia. Luego, el trabajo se apoya mucho en los testimonios de ambos juicios, para lo cual pedí los videos de las audiencias al Tribunal. Hice una escucha de todo ese material para seleccionar fragmentos. Son unas 80 horas, y con una carga emocional muy pesada. Con todo eso, fue necesario ordenar la historia de Cecilia, porque es compleja y hay varios huecos, varias incógnitas aún. Ahí hay una parte que hay un trabajo en paralelo entre la recolección de datos, el análisis y jerarquización de la información y la elaboración del guión, un ida y vuelta constante hasta encontrar la forma grande, la de núcleos temáticos que de pronto lo ordena todo.

En el proceso, yo quería que hubiera escenas o contenidos que descansaran la escucha de tanto testimonio y tanta voz bajo techo, así que busqué la forma de que hubiera escenas grabadas en exteriores, o alguna cosa diferente. Ahí aparece la visita a la ESMA como el lugar donde Cecilia tuvo a su hijo o la visita al lugar donde la secuestraron, cosas que son información hechas audio.

4-¿Que intenta dejar a los oyentes este podcast?

Quería contar la historia de una forma clara, contundente, pero no tan convencional, que removiera algo. Que mostrara los horrores de la dictadura pero también los daños personales, familiares, convertir los números en nombres. Y hacerlo con una perspectiva artística, en un híbrido periodismo-arte que editorializa con los sonidos, que integra decisiones estéticas, donde la forma no es un accesorio, y que intenta plantear una forma diferente de acceder la historia incluso para quienes ya la conocían. También podría decir que la historia intenta exponer, conmover, implicar al que escucha, y darle esperanzas y motivos para comprometerse con una pelea que aún tenemos que seguir dando.

5- ¿Cuál es la importancia de narrar estas historias en estos nuevos formato?

Me parece que lo sonoro brinda otras perspectivas y tiene sus ventajas. Poner el acento en lo sonoro permite implicarse con ese documento más allá de lo textual. Es una apuesta que cuesta un poco más: me han dicho que se entiende poco lo que Cecilia dice en la llamada o que aparece demasiadas veces. Es parte de acostumbrar el oído a lo sonoro, a que hay formas de contar que no solo son una inyección de información, sino aquellas que logran explotar la posibilidad y profundidad del sonido. Por algo la radio es mucho más que textos. Entiendo la curiosidad por saber qué dice la llamada, pero en este caso eso es secundario. El texto también lo agrego, para saciar esa necesidad, pero la forma en que esas voces suenan y la existencia misma de ese documento dicen mucho más que su contenido.

En este caso tuve que agregar la figura del narrador, algo que suelo evitar si la historia puede contarse por sí misma. Esta historia es compleja y necesita ser ordenada, retomada, revisada mientras se va escuchando. Pero es un narrador con múltiples formas y funciones, y en todas trato de que no sea la convencional y que se ponga acento en lo sonoro: hay poesía sonora, hay un narrador como parte de los registros de campo, hay un narrador que enumera los hechos concretos a modo de bitácora y hay un narrador que lee robóticamente el contenido de la llamada, para que el texto esté presente con claridad, pero haciendo contrapunto con la carga sonora que tiene la llamada original: ahí sí queda claro el texto del contenido, pero la carga emocional es reducida al mínimo, justamente para realzar por contraste la importancia del audio original, incluso aunque no sea tan comprensible. Porque a veces las cosas quedan más claras con el cuerpo, y para eso tenemos el poder del sonido.

Es una historia que puede contarse de muchas maneras, pero hacerla para el oído permite destacar la calidez y el nerviosismo de las voces, el peso de los silencios, la tensión de una sala de juicios, las reverberaciones del agujero de la ESMA donde Cecilia tuvo a su bebé. El género documental sonoro presta atención a estas cosas por su capacidad de brindar información pero también de conmover, de configurar una estética y proponer una escucha dedicada. La radio permite eso. La disposición en el territorio digital a través del podcast permite la elección de cuándo y dónde escucharlo, y plantea una permanencia, una disponibilidad que algunas historias como estas necesitan para estar allí y recibir nuevas escuchas desde hoy hacia el futuro.

El caso Cecilia Viñas

Cecilia Viñas fue desaparecida durante la última dictadura cívico militar junto a su compañero, Hugo Penino. La joven se encontraba embarazada y por la reconstrucción se supo que su hijo nació en cautiverio en la ESMA. Hasta acá, la historia de Cecilia se suma a los cientos de casos similares, aunque con una distinción: ella, ya entrada la democracia, logró comunicarse con su familia, aún en cautiverio, sin tener novedades de su hijo.

Cecilia dio a luz en la ESMA a un varón a mediados de septiembre de 1977. En 1984 Abuelas de Plaza de Mayo inició una causa judicial contra el marino Jorge Vildoza, que se había desempeñado en la ESMA, y tenía en su poder un niño que podía ser hijo de desaparecidos. Vildoza y su esposa, Ana María Grimaldos, se fugaron con el niño. En 1998 Javier se presentó ante la jueza Dra. Maria R. Servini de Cubría solicitando que se le realizaran los análisis inmunogenéticos. El joven había tomado conocimiento sobre la causa judicial abierta contra sus apropiadores. En julio de 1998 los resultados del BNDG confirmaron que se trataba del hijo de Cecilia y Hugo. El 10 de diciembre de 1999 la justicia le restituyó su verdadera identidad.

 

Podcast “Cecilia. La desaparecida que llama”

Capítulo 1: “La chica del camisón azul” (23′)

Capítulo 2: “La llamada” (31′)

Capítulo 3: “Parir en la ESMA” (30′)

Capítulo 4: “El dibujo” (29′)

Capítulo 5: “Memoria, verdad y justicia” (35′)

 

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