El Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) fue escenario de la primera Feria del Libro de Derechos Humanos, un evento que reunió a autores, editoriales, escritores, organizaciones e instituciones con el público, a fin de abordar la diversidad de derechos que existe en la producción literaria del país y la región.
Más de 80 editoriales e instituciones estuvieron presentes el 14 y 15 de marzo con sus puestos en el Pabellón Central del emblemático edificio Cuatro Columnas del Espacio Memoria para compartir sus producciones. El Edificio se llenó de libros, pensamientos, ficciones, juegos, fanzines, charlas, talleres, lecturas colectivas e intercambios virtuosos; es decir, se llenó de vida. Derechos en Letras contó con la participación de autores e invitadxs especiales en distintos auditorios y edificios del predio, y el apoyo de varias instituciones, como CAREF, ADRA, RADAR, la Defensoría del Pueblo de la CABA, la CTA Autónoma, la Fundación Hairabedian, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. Capital, la APDH, el CELS, el Consejo Asesor de Sobrevivientes de la ESMA, el Espacio Cultural Nuestros Hijos, Abuelas de Plaza de Mayo, el Parque de la Memoria, la Feria Migrante y Enclaves. Por otro lado, también avalaron este evento cultural diferentes medios y espacios de difusión cultural como Revista Crisis, Revista Anfibia, el Grupo Octubre, el diario Página 12 y ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina).
En la entrada de la ex ESMA, una radio abierta daba a la bienvenida a los asistentes y, al costado del predio, también se ubicaba la Feria Migrante con el apoyo de la OIM (Organismo de las Naciones Unidas para la Migración), y la Feria y Memoria, de economía popular y cooperativa organizada por organismos de derechos humanos y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). El viernes, además, arribaban estudiantes secundarios para las visitas guiadas por los distintos edificios del predio de la ex ESMA y las muestras permanentes.
Durante la jornada, se exhibieron dos muestras para ampliar la perspectiva en materia de derechos humanos y memoria: la exposición de la fotógrafa Mónica Hasenberg, “Democracia 40 años», y “Abrir las puertas” que narra los exilios de familias chilenas y latinoamericanas y la asistencia que recibieron de la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF), entre 1973 y 1989.
Entre las diferentes mesas de debate, el primer día, y en un audiotorio Mabel Gutiérrez lleno de estudiantes y docentes, la escritora Selva Almada, la dirigente de CTERA Angélica Graciano, el exministro de Cultura Pablo Avelluto y el profesor Gabriel Brener debatieron sobre la inclusión de la literatura en el ámbito educativo y su importancia en la formación de las juventudes.
Por otro lado, el periodista Ulises Gorini y los escritores Pablo Melicchio Marcela Bublik y el politólogo Matías Cerezo, hablaron con el público sobre cómo narrar biografías y autobiografías y expusieron sus trabajos sobre la historia de vida de las madres Norita Cortiñas y Hebe de Bonafini; la abuela Rosa Roisinblit y el militante político Eduardo Jozami.
En Trabajos, Oficios y Escrituras, Kike Ferrari, Félix Bruzzone, Fernanda Nicolini, Gabriela Blanco y Tomás Rosner abordaron la literatura como oficio, trabajo, lujo o derroche coordinados por Marcelo Guerrieri.
El cierre de la primera jornada estuvo a cargo de los escritores Rita Segato, Martín Kohan, Marlene Wayar y Marcelo Ferreira, a sala llena con potentes reflexiones sobre las políticas actuales y los desafíos en materia de derechos humanos. Coordinada por el periodista Pablo Caruso, la mesa intentó responder al viejo debate sobre si cada necesidad habilita un derecho.
Por otro lado , los organismos de derechos humanos interactuaron, a partir de sus producciones, con el público: Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, HIJOS Capital, la APDH, el CELS, el Consejo Asesor de Sobrevivientes de la ESMA, el Espacio Cultural Nuestros Hijos y Abuelas de Plaza de Mayo.
El sábado, la escritora Claudia Aboaf junto con Juan Mattio, Natalia Mazzei y Alejandra Bruno, autorxs que abordan la temàtica del medio ambiente participaron de la mesa “Derivas ambientales. La literatura piensa el planeta” en el auditorio Mabel Gutiérrez. “Los derechos ambientales también están en la perspectiva de la feria”, dijo Aboaf. Y más tarde, los periodistas Sergio Pujol, Nicolás Igarzábal y Claudio Kleiman hablaron acerca de “La máquina de hacer pájaros”. Charly, el rock progresivo y la dictadura”. Un rato antes del panel sobre narrativas migrantes organizado por Revista Anfibia, se presentó en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo el libro “Los nietos te cuentan cómo fue. Historias de identidad” de las autoras Mariana Zaffaroni Islas y Analía Argento y la ilustradora Sabrina Gullino Valenzuela Negro.
En otro extremo del predio, el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), se presentó el libro “Hasta la vida” donde ilustradores, escritores y editores hablaron de su conmoción ante la represión de la Gendarmería y la Policía Federal a los integrantes de la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”, del Bajo Flores, en enero de 2016.
En el edificio de Casa por la Identidad de Abuelas se programaron diferentes actividades: Federico Bianchini, autor de “Tu nombre no es tu nombre”, dialogó con la nieta restituida Claudia Poblete y con su abuela, Buscarita Roa; se presentó el libro Ovillos de trazos y de “Las Blaquier”, de Soledad Ferrari. Y más tarde niños y niñas acompañados por sus familias participaron de la campaña: “La Memoria en marcha se multiplica”, donde el artista Andrés Riva los invitó a formar las siluetas de papel agarradas de la mano que entre todas formarían la figura de un gran pañuelo.
Por la tarde, poetas y artistas en defensa de la Naturaleza inauguraron “Bosque de la Poesía: Ana María Ponce”, un nuevo espacio pensado contra la devastación del planeta y “para que los bosques de la poesía nos devuelvan la poesía de los bosques”, explicaron los organizadores.
En el jardín del Centro Cultural Haroldo Conti, Colectivo de Lectores, una propuesta de Cecilia Bona y Por qué Leer, brindó un espacio de lectura personal y grupal que enriqueció el conocimiento de los visitantes sobre los títulos literarios que abordan las temáticas de derechos humanos. Mate, lonas e intercambio bajo los árboles, para una experiencia que se viene repitiendo en distintos puntos del paìs.
Al fondo del pabellón del Cuatro Columnas se creòuna una zona de juegos de la mano de Ideas TO y Editorial FSOC. El público participó ambos días de un espacio lúdico para reflexionar y aprender sobre derechos humanos a través de diferentes juegos de mesa. En un ambiente participativo, se jugó simultáneamente, explorando herramientas útiles para el aula y el ámbito laboral.
En el auditorio del IPPDH, la periodista Marta Dillon brindó un taller de crónica urgente, un espacio donde se puso en juego la escritura, el punto de vista y la lectura en primera persona de los acontecimientos.
Por último, en el edificio del Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos Mercosur (IPPDH), la escritora y periodista Miriam Lewin presentó el libro “Dina y Natan”: una historia de redención y desencuentros de una madre y su hijo en su huida del nazismo. También, entre otros, había sucedido el panel “Mundos imaginarios – Mundos distópicos”, con Luis Gusmán, Juan Diego Incardona y Lucio Greco.
La feria concluyó con la mesa debate sobre el derecho a la comunicación en tiempos de desinformación. Lxs investigadorxs Martín Becerra, Shila Vilker, Natalia Aruguete y Luci Cavallero reflexionaron sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad actual, la política y cómo la circulación de noticias falsas puede afectar la toma de decisiones por parte de la ciudadanía.
La primera Feria del Libro de Derechos Humanos tuvo como objetivo promover la educación y la toma de conciencia sobre la temática de los derechos humanos a través de la literatura, fomentar el hábito de la lectura, resaltar la importancia de la memoria histórica y la búsqueda de verdad y justicia en la Argentina y abordar la diversidad de derechos sobre los que existe producción literaria en el país y la región.
El Espacio Memoria y Derechos Humanos, donde se realizó la feria, es un sitio emblemático: durante la dictadura, la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) funcionó como uno de los mayores centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de la Argentina. Hoy, es un lugar de memoria, donde las distintas instituciones que lo integran están dedicadas a preservar la historia y promover los derechos humanos, lo que le dio un contexto especial a este evento.