Ricardo nació en Lanús y vivió muchos años en Burzaco. De tres hermanos, era el del medio. Practicaba rugby desde los ocho años y luego, ya como estudiante de Arquitectura de la UBA, proyectaba armar un equipo en su facultad. Jugaba en el Club
Pucará y era de San Lorenzo, por lo que siempre llevaba una bufanda tejida por su mamá con los colores de ambos equipos.
A los 20 años se fue a vivir a una pensión, pero más tarde volvió a mudarse con su familia a un conventillo en Constitución. Tuvo distintos trabajos, y en ocasiones compartía el sueldo entre compañeros o vecinos, porque consideraban que era “lo justo”. A
Ricardo le costaba levantarse temprano, entonces ponía el despertador dentro de una olla para que sonara más fuerte. Como estudiante de la UBA empezó a militar en la Juventud Universitaria Peronista. Allí conoció a Graciela. El día del casamiento, estaban sus compañeros de la JUP y él portaba en el saco una estrellita montonera. Juntos vivieron en La Tablada, pero cuando comenzaron los secuestros se mudaron a Mataderos. Tuvieron una hija: María Victoria.
Sus compañeros lo llamaban Aníbal, y en la facultad lo conocían como Ricardo Breyer, porque iba a la cátedra Breyer. En ese tiempo trabajaba en una empresa de productos de perfumería.
Tenía 23 años cuando fue secuestrado, el 7 de noviembre de 1976, y llevado a la ESMA. Continúa desaparecido.
[En el fondo de la postal] Dibujo realizado por Ricardo.