Marta nació el 20 de diciembre de 1945, en Capital Federal. Vivió su infancia en la casa de sus abuelos maternos en Belgrano y fue al colegio “Nuestra Señora de la Misericordia”. Era sumamente disciplinada y apasionada en lo que hacía. Disfrutaba de la lectura, y jugaba con su hermana menor a representar los libros que leían, especialmente “Sandokan”. “A pesar de las peleas y los celos”, resalta su hermana, fue “muy protectora” y “un referente muy importante para mí”. Adoraba a sus sobrinos, fue una tía presente y una hija dedicada.
“Mila” o “La Tana”, como le decían sus compañeros, estudió Letras en la UBA. Allí, durante la dictadura de Onganía, militó en ARFyL, la agrupación de izquierda que respondía al PC. A partir de la fractura del Partido, pasó al PCR. Por ese entonces “en su vida irrumpió, arrasando con todo, el amor militante en la figura de Hugo, dirigente del PCR y del centro de estudiantes. Lo quiso absolutamente, con toda su inteligencia, con toda su emoción, con toda su capacidad de entrega” recuerda Ana, su amiga de aquellos años. En 1969 Marta se incorporó a las FAL, y luego al peronismo en la JTP.
Fue docente de griego antiguo en la UBA, correctora de estilo en una editorial y tradujo varios artículos del inglés. Como parte de su militancia trabajó en las revistas “YA”, “Es Tiempo de Pueblo” y “El Descamisado”, cubriendo numerosos conflictos obreros, y escribió el libro El movimiento obrero argentino. Luego aprendió a coser para poder trabajar en una fábrica y desde allí formó parte activa en el gremio del vestido.
Marta fue secuestrada el 20 de octubre de 1976 y llevada al CCD-ESMA. Permanece desaparecida.