Pascall Taruvinga es el responsable de Patrimonio de Robben Island, el sitio de conciencia sudafricano que simboliza la lucha contra el Apartheid, y fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por UNESCO. Visitó el Espacio Memoria ex ESMA en el marco de la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA a integrar esa misma lista, y brindó una conferencia en la apertura de la Jornada Pública sobre Patrimonio Mundial y Sitios de Memoria que se realizó el jueves 12 de septiembre.
Las similitudes y diferencias entre las experiencias de Sudáfrica y Argentina, las particularidades de la ex ESMA para aspirar a integrar la lista de la UNESCO y los desafíos que atraviesan estos espacios al ser declarados Patrimonio mundial fueron parte de la charla que mantuvo mientras recorría la muestra Conquistas de la Memoria (*), que visibiliza a través de fotografías la magnitud de la represión de la dictadura cívico militar, reflejada en los casi 50 Sitios de Memoria que existen en el país.
“Me alegra mucho que la Argentina esté considerando postular a la ESMA y estamos apoyando ese proceso, compartiendo nuestras experiencias”, sostuvo Taruvinga.
-¿Cuáles son los puntos en común que encuentra entre Robben Island y la ESMA?
-Cuando miras Robben Island y miras la ESMA, son sitios de memoria, que simbolizan el sufrimiento que atravesaron las personas en la lucha contra la violación de los Derechos Humanos. Es muy importante preservar estas memorias, porque una nación sin historia es una nación sin futuro. Necesitamos proteger estos lugares como un símbolo de respeto a las víctimas. El Apartheid dividió a la gente. Hoy, Robben Island es un símbolo de esperanza que facilita el diálogo, que dice que lo que pasó en el Apartheid no puede volver a pasar jamás. También empoderamos a la juventud para, a partir de los mismos valores que provienen de estos lugares, enseñarles y ayudarlos a tratar los problemas actuales.
-¿Cuál es la característica que, a su juicio, le otorga una particularidad a este Sitio para aspirar a la postulación?
-La ESMA y Robben Island comparten el rol que les otorga a las víctimas como tales, en particular a los sobrevivientes. Pero hay grandes diferencias. En Robben Island las víctimas no fueron llevadas en vuelos de la muerte como en la ESMA. Ese es un gran contraste. A veces pienso: ¿cómo alguien pudo hacer eso? Poner a alguien en un avión, arrojarlo desde ahí y hacerlo desaparecer. El otro son las evidencias de cómo el castigo fue administrado sobre la gente que luchó en contra de estas violaciones a los derechos humanos. Había leído al respecto, pero es muy diferente caminar por el lugar y ver las evidencias físicas acerca de cómo se implementó, qué sufrimiento injusto persiste para los niños que fueron entregados a otras familias sin el consentimiento de sus padres. Son elementos contrastantes con respecto a Robben Island que hacen de la ESMA algo excepcional.
– ¿Cómo trabajan las políticas de memoria con las nuevas generaciones?
-Es importante empoderar a la juventud en nuestros países. Buscamos los valores de Robben Island y pensamos en qué programas se pueden implementar en beneficio de la juventud. Por ejemplo, organizamos anualmente un campamento de 14 días en primavera para discutir distintos temas. Este año discutiremos el rol de las TIC´s (nuevas tecnologías). La juventud sabe mucho sobre este tema, así que les abrimos las puertas para que piensen cómo puede ser Robben Island en el marco de las innovaciones tecnológicas. También tenemos programas de liderazgo, porque queremos darles herramientas para pensar, cuestionar, comunicar. Miramos a la juventud desde una perspectiva social. Hay muchas situaciones en nuestro pueblo: consumo problemático de drogas, abuso sexual, entre otras. Trabajamos con organizaciones defensoras de los derechos humanos. También trabajamos sobre la reinserción social de personas presas.
-En esta exhibición sobre sitios de memoria de la Argentina se evidencia a la ESMA como un símbolo de un plan sistemático que abarcó muchos otros rincones del país. ¿Esto es tenido en cuenta para evaluar la postulación?
-Esta exhibición es muy poderosa, ya que muestra que la ESMA no fue el único lugar donde hubo detenciones clandestinas, torturas y exterminio. Evidencia el despliegue del sistema represivo. A veces no se logra proteger todo, porque hay limitaciones económicas, por ejemplo. Pero cuando miro la ESMA, entre los más de 700 centros clandestinos que funcionaron, veo que representa los demás lugares, que está intacto. Cuando recorro la muestra veo lugares que fueron destruidos, pero que recuerdan las brutalidades cometidas. Me alegra mucho que la Argentina esté considerando postular a la ESMA y estamos apoyando ese proceso.
(*) Conquistas de la Memoria es una muestra fotográfica permanente realizada por el área Audiovisual del Espacio Memoria que se exhibe en la explanada lateral del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.