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El encuentro será virtual y se transmitirá del 14 al 18 de diciembre, desde las 16.00 hs, por las redes del Espacio Memoria. Durante la jornada, les estudiantes de escuelas porteñas presentarán sus proyectos de investigación en los que visibilizan sus sensaciones sobre el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y abordan aquellas problemáticas presentes vinculadas a la vulneración de derechos humanos.

El programa “Jóvenes y Memoria”,  dirigido a escuelas secundarias y organizaciones sociales juveniles de la Ciudad de Buenos Aires, realizará su cierre anual con un encuentro virtual que se transmitirá  durante una semana por el Facebook del Espacio Memoria. Durante varios días, les estudiantes presentarán los proyectos de investigación que realizaron durante todo el año en los que se destacan temas sobre el impacto del confinamiento en los jóvenes, la construcción de los discursos sobre el COVID en los medios de comunicación, las desigualdades socio-económicas que visibilizó la pandemia en el sistema educativo, como también la memoria y los derechos humanos.

El año escolar se vio afectado por la pandemia y la comunidad  educativa tuvo que salir a responder implementando propuestas creativas para garantizar la continuidad de la escolaridad. En esa línea, el programa “Jóvenes y Memoria” tuvo que repensar, planificar y diseñar una nueva propuesta de acción. “El proceso no fue fácil  porque obviamente no estábamos preparados para esta situación así que tuvimos que pensar cómo el programa se podría reconvertir en algo virtual, en algo posible, siempre teniendo como premisa que el protagonismo lo tienen les jóvenes contando sus investigaciones que es la parte troncal del programa”, cuenta Andrés Centrone, responsable de la subárea de Programas Educativos del Espacio Memoria. En ese sentido, explica que “no fue nada fácil pensar la virtualidad ya que no todes les estudiantes tienen acceso a una computadora, un celular o conectividad por eso muchos grupos no pudieron participar y les docentes tuvieron un rol importantísimo en esta etapa: hicieron un seguimiento, y contuvieron a les estudiantes en esta situación tan rara”.

En esa línea, Indiana Gonçalves, productora y comunicadora del programa, agrega: “Los primeros encuentros virtuales que hicimos este año tuvieron como objetivo fortalecer las capacitaciones docentes reforzando la metodología de investigación, hablando de cómo habitar la virtualidad, cómo estaban les pibes y cómo iban llevando las clases”.

Desde 2011, el programa “Jóvenes y Memoria” es impulsado en la Ciudad de Buenos Aires por el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) y convoca a escuelas secundarias porteñas para desarrollar una experiencia educativa que impulse proyectos de investigación sobre la promoción y defensa de los derechos humanos. En la provincia de Buenos Aires, el programa es desarrollado desde 2002 por la Comisión Provincial por la Memoria.

La iniciativa busca promover el abordaje de la última dictadura en las aulas y la transformación del presente por parte de les jóvenes, dentro del proceso de construcción de su identidad y de afiliación a la sociedad a la que pertenecen. Durante el año, deben elaborar trabajos de investigación a partir de la elección de un tema que deberá centrarse en una historia o problemática social cercana a la realidad de les jóvenes y relacionada con su barrio, su escuela o su comunidad. De este modo, se ponen en diálogo el pasado reciente y sus implicancias en el presente. Los proyectos se presentan a fin de año en el Complejo Turístico de Chapadmalal, donde les jóvenes comparten el cierre del programa con estudiantes de escuelas que llegan desde distintos puntos del país.

Sin embargo, por el Aislamiento Social Preventivo y obligatorio, este año el cierre se realizará a través de la virtualidad y lejos del mar, pero con la idea de que la unión de todes permita ir más allá de las pantallas. “La dinámica del encuentro de cierre del programa será similar a la que se realizan todos los años en Chapa, la idea es que les estudiantes muestren las producciones que realizaron durante el año y nosotros hagamos las devoluciones. También van a poder realizar diariamente lo que llamamos el ‘manifiesto’, en el que vuelcan lo que piensan de esa jornada, qué es lo que quieren gritar al mundo, qué quieren denunciar o lo que quieran expresar”, adelantan los coordinadores del programa.

Para muchos grupos el programa “Jóvenes y Memoria” es un espacio que le da voz y  participación a les estudiantes ya que pueden abordar los temas de la forma que ellos quieran y esto hace que tengan deseos y ganas de seguir participando”, explica Centrone. En esa línea añade: «Por la pandemia íbamos vislumbrando que no se iba a realizar el encuentro de cierre en Chapadmalal, sin embargo muchos siguieron participando, y esto es un dato importante ya que siempre resulta atractivo tener un cierre con escuelas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires a orillas del mar, pero eso no fue impedimento para que muchos siguieran pensándose”, sostiene.

Los jóvenes son los protagonistas, la voz del futuro. Así lo demuestra cada uno de los proyectos que prepararon lxs estudiantes que participaron este año del programa. Pudieron reflexionar sobre temáticas actuales desde sus realidades cotidianas, sus barrios, escuelas y grupos de socialización. “Recibimos muchos trabajos en los que les chiques reflexionaron sobre cómo transitaron la pandemia, la desigualdad socio-económica que conlleva limitaciones de acceso a los recursos tecnológicos, cómo afectó esta situación a los barrios populares, la feminización de la pobreza, la construcción de discursos sobre la pandemia en los medios de comunicación, la violencia policial, el racismo, la discriminación, la violencia de género, en general los vimos muy comprometidos con temas muy actuales y también con los que tienen que ver con la última dictadura y las políticas de memoria”, detallan desde el equipo del programa.  

En relación al soporte que eligieron para mostrar sus trabajos, Indiana cuenta que “les pibes afilaron sus miradas, conquistaron nuevos formatos para llevar adelante sus producciones” y añade que coincidieron en que “lo que faltó este año fue ese espíritu que tiene Jóvenes y Memoria de poder encontrarse con el otre y conocer otras realidades. Si bien la virtualidad nos permitió sostener encuentros, siempre estaban las ganas de tomarse un mate, de verse, de charlar, de jugar de poder intercambiar con el otre y poder desarrollar ese ejercicio tan importante que les pibes llevan adelante que es la  empatía”, concluye Gonçalves.

En un año tan difícil para toda la comunidad educativa, Jóvenes y Memoria CABA logró reinventarse y crear nuevos modos para continuar con la transmisión de contenidos y seguir generando esos espacios participativos de debate y construcción colectiva de saberes, donde les jóvenes se constituyen en actores políticos y sujetos de derechos con capacidad de incidencia en los procesos de transformación de la realidad.