Prisioneras de la Ciencia está enmarcada en el mes en el que se conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural y en clave de perspectiva de géneros y disidencias. Reflexionar acerca de la diversidad étnica y cultural que ha aportado y aporta a la construcción de nuestra identidad es un valor acorde a los diversos tratados y declaraciones de derechos humanos incorporados en nuestra Constitución Nacional. Desde el Ente Público Espacio Memoria y Derechos Humanos ex ESMA buscamos así aportar a la reflexión de nuestra identidad colectiva.
La exposición «Prisioneras de la Ciencia» describe parte del trabajo que lleva adelante el Grupo Guias que consiste en la identificación y restitución de restos humanos pertenecientes a los pueblos originarios de Argentina y Sudamérica.
Su objetivo es atender los reclamos realizados por estas comunidades, que rechazan la exhibición de todos los restos humanos que forman parte de “colecciones arqueológicas”, en especial de los 10 mil que se encuentran en el Museo de La Plata. Además, promueven la restitución de los mismos a sus comunidades originarias.
Cada una de las fotos está intervenida por la artista Yazminne Pérez Alvarado a través de la técnica de foto bordado que visibiliza un trabajo que va más allá de lo que nos demuestra la imagen: es resaltar a través de los hilos algo de las memorias impresas, es adquirir una visión más profunda sobre las imágenes formando tejidos que atraviesan lo visible.
El trabajo de la artista permite visibilizar que la fotografía bordada es una forma de resignificación: el hilo y la aguja son los protagonistas y nos dan la libertad de plasmar en nuestra imaginación formas nuevas, inclusive dándole más identidad a la fotografía.
La escritora Liliana Ancalao, quien pertenece a la comunidad mapuche, acompaña esta exposición con su poema “Para que drene esta memoria”, de su nueva obra “Rokiñ. Provisiones para el viaje”. Un texto que da cuenta que a través del arte se puede expresar la matanza, el silenciamiento, el ocultamiento, el corrimiento de los alambrados, una obra que ayuda a sanar.
“Los primeros años del Museo de Ciencias Naturales de La Plata fueron paradójicamente los últimos de muchos grandes caciques de la Pampa y Patagonia, luego de la masacre de la infame ‘Campaña del Desierto’. Y esto no resulta un juego de palabras.
Tomados prisioneros durante el genocidio llevado a cabo por el Estado roquista, grandes dirigentes de estos pueblos, como Sayeweke, Inakayal, Foyel y sus familias, encuentran un triste final entre los muros de la ya centenaria institución. Sus cuerpos descuartizados y mutilados pasarían a engrosar luego las colecciones antropológicas de importancia capital para la joven ciencia no exenta en lo absoluto del colonialismo racista predominante en los también jóvenes Estados Nación americanos”. (del libro Bioiconografías del colectivo GUIAS).
Retratos de mujeres originarias araucanas y tehuelches pertenecientes a las familias de los Caciques Incayal, Foyel y Sayewke. Se trata de esposas, hijas, hermanas de aquellos jefes, víctimas del genocidio llevado a cabo en la Campaña al Desierto, que fueron trasladadas al Museo platense, donde vivieron, murieron y fueron exhibidas como trofeo de guerra.