María Esther Lorusso Lammle

María Esther nació el 18 de julio de 1953 en Perú, país al que sus padres decidieron mudarse por razones de negocios. De una familia proveniente de Coronel Suárez, era la cuarta de seis hermanos.

Tras el fallecimiento de su padre y por problemas económicos, se mudaron a Buenos Aires. Junto a Teresa, su hermana menor, entró becada como pupila en el colegio Nuestra Señora de la Misericordia del barrio de Belgrano. Allí conoció a la “hermana Graciela”, Mónica Quinteiro, quien además de ser su profesora, sería su referente y amiga.

“La petisa”, como le decían, fue desde muy pequeña devota e inteligente. Al crecer, se hizo notorio su liderazgo. “Ella era la jefa, la que ponía las cosas en orden”, cuenta su familia. «Se convirtió en adulta apenas murió papá», enfatiza su hermano Luis. Cuando estaba en tercer año dejó el colegio y empezó a trabajar, pero antes de eso, ya formaba parte de un grupo de catequistas que realizaban tareas religiosas, sociales y políticas en la Villa 31 donde estaba el Padre Mujica. Cuando lo asesinaron, participó en el proyecto Belén del Bajo Flores con el Padre Ricciardelli. Trabajó en la Empresa Textil Alfa. Vivía sola y era peronista.

Sus compañeros la recuerdan como una compañera muy luchadora, valiente y con un gran compromiso político asumido: “una revolucionaria”.

María Esther fue secuestrada el 14 de mayo de 1976 por un Grupo de Tareas de la ESMA en su departamento en el Barrio de Almagro. Tenía 22 años.

Este es un proyecto realizado en conjunto