MUJERES, DISIDENCIAS Y MILITANCIAS, AYER Y HOY

El Ente Público Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) abre una serie de muestras que reflejarán las luchas individuales y colectivas inspiradas en esta temática.

Presentamos una experiencia de trabajo desarrollada en simultáneo en la Unidad Penitenciaria de Mujeres Nro. 5 y en el Centro Cultural Parque de España de la ciudad de Rosario cuyo resultado es la creación de un archivo de auto retratos intervenidos artísticamente por mujeres y disidencias que rompen con las representaciones históricamente hegemónicas sobre el encierro y, desde el margen, se muestran al mundo desde su propio imaginario de representación.

LA QUE SOY, POETICAS DEL MARGEN

Construcción interdisciplinaria de autorretratos

La muestra es el resultado del trabajo realizado en El Enredo, un espacio de taller semanal de aprendizaje de técnicas textiles, intercambio de saberes y experiencias creativas grupales impulsado por la ONG MUJERES TRAS LAS REJAS en las cárceles de Rosario.

La corporalidad de las mujeres ha sido confinada por el arte hegemónico al umbral de la ausencia y a la cosificación. La representación plástica de las mujeres fue sostenida por una mirada masculina que nos dio la jerarquía subordinada de objetos. Para las mujeres, ser representada bajo las reglas de tal mirada también supone la exclusión de la variedad de existencias bajo el significante “mujer”. 

Nosotras, las mujeres en el arte, presas de esa imagen, nosotras las mujeres en la casa, presas de un sistema que nos confina a los márgenes de toda representación, nosotras, las mujeres privadas de la libertad en el margen de todos los márgenes, nos proponemos mostrándonos al mundo y a nosotras mismas con una mirada deconstruida.

En la experiencia del taller LA QUE SOY, POETICAS DEL MARGEN abordamos la construcción de una cartografía de nuestro cuerpo en tanto territorio propio. Mujeres, lesbianas, bisexuales, cis, trans y travestis propusimos dar forma a nuestro propio imaginario de representación. 

Pensamos este trabajo como una posibilidad de recrearse, reinventarse y volverse a pensar como mujeres, las mujeres presas tendrán la posibilidad de poder pensarse libres, con oportunidades. De verse reflejadas y poder distorsionar su realidad, ponerle brillo, color, vida. Poder salir de esas rejas que las encierran y llevarlas a pasear por el mundo, con historias en primera persona, historias que no den cuenta de la pena que transitan, ni del delito que cometieron, sino mostrándose como mujeres deseantes, deseables, mujeres que quieren luchar por sus derechos, mujeres trabajadoras, sostenedoras de sus familias aun estando en la cárcel. La posibilidad de crear un nuevo paisaje que las rodee, con otra ropa, con otros colores.

El proceso

“Para trabajar estos autorretratos la consigna era sacarse una foto, llevarla a un textil a través del sublimado y a partir de eso intervenir este retrato en función de lo que yo pienso que soy y de lo que yo quisiera que los otros vean de mí. Fue muy interesante porque dentro de la cárcel las chicas no tienen espejos, y no tienen fotos actuales de sí mismas, entonces, la primera foto que les sacamos, en el primer acercamiento del trabajo, ellas se sorprendieron de su propia imagen, porque no tienen un registro actual de sí mismas. Entonces, es muy interesante esa mirada, ese descubrimiento y en función de eso qué quieren ellas que se vea de esa imagen y cómo, si no quieren que se vea, cómo transformarla, y entonces hay una construcción de la identidad en cada imagen de estas”, cuenta Marina Gryciuk, artista visual y diseñadora.

El Enredo

Taller de experiencias creativas en la Unidad 5 de Rosario

Las mujeres privadas de la libertad participan voluntariamente del taller una vez por semana. La ONG les provee material y herramientas para que puedan trabajar en sus celdas con el objetivo de producir objetos textiles para la venta. Estos objetos como alfombras, tapices, almohadones, etc. son vendidos por ellas, sus familias o por la ONG Mujeres Tras las Rejas en puestos de feria con el fin de generar un ingreso para ellas.

En los encuentros semanales se propician intercambios de experiencias creativas que fomentan la expresión, posibilitan indagar en las subjetividades y hacer preguntas a partir del hacer artístico. Se establecen además lazos temporales con instituciones, artistas y galerías de la ciudad con el objetivo de generar cruces con grupos diversos y se realizan muestras de los trabajos grupales dentro y fuera del penal con el fin de visibilizar el trabajo creativo de las mujeres privadas de la libertad.

La palabra “enredo” alude, por su significado, a otras palabras que nos hace pensar nuestro transitar en el encierro. Un “enredo” puede implicar mezcla, tensión, barullo, confusión, nudo, lío y más. Entrar en ese entramado de complejidades que es la cárcel, implica inevitablemente el acceso a un espacio enredado.

“El Enredo es un colectivo diverso de mujeres artistas, diseñadoras y militantes. Nos une la inquietud y el deseo de proponer experiencias grupales y colaborativas con otras mujeres, mezclas y tensiones en un devenir. Trabajar con otras, estableciendo lazos complejos, maleables y enredados”.

El equipo de trabajo se referencia en Olga Moyano, ex presa política de la última dictadura militar, que estuvo desaparecida a los 18 años. Lo completan María Blanco, artista textil. Gimena Galli diseñadora y dueña de la marca Muta de objetos reciclados con cauchos en desuso y, Marina Gryciuk, artista visual y diseñadora.

“Olga nos enseña de paciencia, entrega y labor de constancia militante”.