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El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio impidió el acceso al predio donde funcionó el ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio de la ESMA, pero a lo largo del año fue posible mantener la conexión con el público a través de la virtualidad, la digitalización de las propuestas educativas, y los intercambios por videoconferencia. Un compromiso con la memoria que no se detuvo y que plantea un 2021 de reconstrucción, solidaridad y nuevos objetivos.

El Espacio para la Memoria y promoción de los Derechos Humanos ex ESMA (EMPDH) concluye un año que, como en todas las instituciones y  la sociedad, planteó desafíos inesperados. A lo largo de sus 16 años de existencia el EMPDH priorizó la experiencia presencial como punto de partida para la construcción de la memoria sobre lo ocurrido en el ex centro clandestino de detención tortura y extermino de la Armada, que hoy es un sitio de memoria emblemático. La historia y el presente conviven en el predio de 17 hectáreas ubicado en Avenida del Libertador al 8000, y quienes lo recorren son atravesados por esa dualidad, que es parte del proceso de transmisión de memoria que se realiza cotidianamente a través de la promoción de actividades educativas, artísticas, visitas guiadas, conservación de edificios históricos, difusión institucional, intervenciones en el territorio y conversatorios, entre otras.

La pandemia de Covid-19 llegó poco antes de la fecha más significativa para la lucha por los derechos humanos de la Argentina: el 24 de marzo. Por primera vez no fue posible realizar la marcha a la Plaza de Mayo, y cuando todavía era inimaginable el escenario de un aislamiento prolongado, el cierre del predio tanto para el público como para los trabajadores y trabajadoras, como parte del ASPO dispuesto preventivamente por el gobierno nacional, obligó a replantear en tiempo récord el plan para una etapa marcada por el inicio de una nueva gestión gubernamental, dispuesta a retomar como política pública sus objetivos fundacionales: aportar a la comprensión sobre cómo se planificó y ejecutó el terrorismo de Estado en Argentina y sus consecuencias en el presente, para contribuir a consolidar una cultura democrática y un ejercicio pleno de los derechos humanos.

En corto plazo, la presencialidad debió ceder lugar a la virtualidad y toda la propuesta del Espacio Memoria fue reformulada. Los lazos con el público y la comunidad educativa se mantuvieron a través de talleres, charlas, capacitaciones y actividades. Los programas Jóvenes y Memoria, La Escuela va a los juicios y el Taller de Sexismo y Estereotipos se desarrollaron a través de videoconferencias y con invitados especiales. Las visitas guiadas cobraron la forma de diálogo con las escuelas que no pudieron visitar el sitio de memoria, pese a haber reservado fechas. El acompañamiento a lxs docentes, grandes aliados en la transmisión de la memoria, fue una constante.

Las redes sociales del Espacio, previamente activas, multiplicaron la dinámica y todos los programas debieron ser digitalizados. Nació así el micrositio Memoria en Casa, creado especialmente para vincular al público con las propuestas surgidas desde las distintas áreas de contenidos y actividades del Espacio, a la vez que continuaba el trabajo en las áreas involucradas en la administración, logística, conectividad y preservación de los edificios y áreas comunes del predio.

Todas las propuestas desarrolladas a lo largo de este período y las que se pondrán en marcha en 2021 están guiadas por objetivos concretos:

  • Contribuir a la visibilización y la continuidad de los juicios de lesa Humanidad
  • Promover acciones para generar una cultura que no habilite desapariciones forzadas.
  • Promover los derechos humanos en un sentido amplio.
  • Desarrollar proyectos educativos y culturales en la construcción colectiva de memoria.
  • Reflejar la diversidad, promover la inclusión e incorporar perspectiva de géneros en las actividades y mensajes del Espacio.

El año que se inicia, aún en la incertidumbre sobre el devenir de la pandemia, será un año de crisis y también de reconstrucción. Pero encontrará al Espacio Memoria comprometido con la tarea que tan bien suele describir una de las integrantes de su directorio, la madre de Plaza de Mayo Vera Jarach: transmitir la memoria del pasado y el presente a las nuevas generaciones, formarlas con espíritu crítico para reconocer los síntomas que preanuncian la repetición de las tragedias, los genocidios, los fascismos y no callar.

“Para el Nunca Más, necesitamos que no haya nunca más odios y que no haya nunca más silencio, que es mirar para otro lado, no decir nada, callarse. Pero los miedos se pueden vencer”.

Les deseamos un 2021 con nuevos lazos de solidaridad y compromiso.

Espacio Memoria y Promoción de los Derechos Humanos ex ESMA