Ariel Adrián Ferrari

Nació el 7 de junio de 1951. Se crió en Castelar, jugando en las calles de tierra con los chicos del barrio. Tenía un carácter afable y risueño, y mucha facilidad para relacionarse con la gente. 

En su adolescencia comenzó su acercamiento político junto a compañeros del Colegio Nacional de Morón, con quienes pasaba las noches jugando al truco de casa en casa a la vez que “salían con aerosoles” a denunciar el autoritarismo de la dictadura militar de Onganía. En muchas de estas salidas lo acompañaba su inseparable perro “Tango”. 

El entorno familiar ayudó a desarrollar en él un fuerte compromiso social. Como a muchos jóvenes de esos años, el Cordobazo y la guerra de Vietnam lo animaron en su militancia. 

Ariel se integró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias que tiempo después se fusionaría con Montoneros. A través de las actividades del “Ateneo 20 de Junio” de la Juventud Peronista en el barrio de Once, se incorporó al Movimiento de Inquilinos Peronistas. Allí conoció a Liliana Bietti, con quien soñaba formar una familia mientras continuaban su trabajo militante. En 1976 se mudaron a Lomas de Zamora, a una casa que tenía “un hermoso limonero”. Para entonces Ariel integraba el Área de Custodia de la Dirección Nacional de Montoneros. 

Sus compañeros recuerdan que, aún en los momentos difíciles, mantuvo firme su compromiso y “nunca perdió la ternura”. Siempre mostraba quién era, el vínculo afectuoso que lo unía a su familia, y eso “lo convertía en un ser transparente, sensible y especial”.

En febrero de 1977 fue llevado sin vida al CCDTyE ESMA. Tenía 25 años. Liliana fue secuestrada el 16 de junio del mismo año y vista en el CCDTyE “El Vesubio”. Ambos permanecen desaparecidos.

Este es un proyecto realizado en conjunto