Filosofía en el Conti #5
El marxismo y el problema del Estado
Por Martín Mosquera
Ya es un lugar común señalar la dificultad de la tradición marxista para determinar la naturaleza del Estado en la sociedad capitalista. Como es sabido, Marx nunca escribió el libro sobre el Estado que figuraba en los planes originales de El capital, tal como lo anunció en el Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política, y sólo dejó un conjunto de referencias dispersas sobre el tema a lo largo de su obra. Más específicamente, no se encuentra en los escritos de Marx una teoría sistemática del Estado que sea el correlato del análisis de las relaciones de producción capitalistas efectuado en El capital.
Sin embargo, desde de los años ’70 del siglo pasado, la investigación marxista del Estado tuvo un fuerte impulso, que se dirigió fundamentalmente en dos direcciones y tradiciones teóricas.
Por un lado, los autores que toman como punto de partida al último Poulantzas, y trabajan en torno a la autonomía del Estado, sus contradicciones internas y su carácter de «campo estratégico de disputa» (Fred Block, Bob Jessop e incluso, en cierto modo, Michael Mann, aunque no es propiamente un autor marxista). Por otro lado, los autores que provienen del debate alemán de la «derivación lógica del Estado» (Alfvater, Hirsch, etc.), que hacen eje en el concepto de «forma social» y analizan la dependencia estructural del Estado y el capital.
Si bien la comunicación y el intercambio entre estas dos corrientes teóricas ha sido muy limitada, una valoración equilibrada de los aportes de ambas permite sentar las bases para la construcción de una teoría materialista y relacional del Estado que corrija las debilidades de origen de la tradición marxista.