El 24 de marzo de 2004, por decisión del expresidente Néstor Kirchner y el entonces jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra se decidió destinar el predio donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de la Argentina a la creación de un lugar de preservación de la memoria colectiva del pasado reciente de la Argentina, orientado a propiciar reparación simbólica a las víctimas de las violencias de Estado de las que la metodología de desaparición forzada fue central, para funcionar como garantía de no repetición de los crímenes aberrantes cometidos en la Argentina por el Terrorismo de estado de la última Dictadura Cívico- militar y de la impunidad de sus responsables.
Fuente: Archivo Memoria Abierta
Foto portada: Pablo Spinelli e Ingrid Jaschek